Belorado, cabeza de la comarca
conocida como Riojilla Burgalesa, es una de tantas localidades en las que el
progreso y el crecimiento han venido aparejados de una considerable pérdida de
la identidad patrimonial. Por esta y por razones que no viene al caso repetir,
haremos un repaso más bien somero que probablemente no sea del todo justo con
el lugar.
Vista del pueblo desde el castillo |
Empezaremos mencionando, o más bien recordando, que Belorado es una de las localidades provinciales con más dinamismo en la promoción turística; hecho este que ya recogíamos en uno de los primeros artículos de este blog, al calor de su innegable importancia como enclave en el recorrido del camino de Santiago.
Por lo que respecta al pueblo
propiamente dicho, empezaremos diciendo que los primeros testimonios de
ocupación humana se remontan a la Edad del Hierro, encontrados en el cerro de
La Mesa. De estos remotos periodos han llegado hasta nuestros días importantes restos
arqueológicos, entre los que destaca una valiosa tésera de hospitalidad, placa
con forma de pez, que muestra una inscripción en escritura ibérica y lengua
celtibérica. Parte de estos restos pueden verse hoy en día en el Centro de
Promoción Jacobea.
El núcleo urbano del actual
Belorado se distribuye a la sombra de las ruinas de lo que fue una importante
fortaleza que, ya en el siglo IX, defendía al incipiente reino de Castilla de
las amenazantes razzias de los musulmanes. Con el tiempo también marcó el
límite con Navarra. El edificio, que ya se encontraba en estado ruinoso a
finales del siglo XVII, nos muestra hoy en día los restos de muros de
considerable grosor.
Belorado cuenta en su denso
devenir con otro hecho de singular transcendencia histórica: la concesión en
1116 por el rey Alfonso I el Batallador de un fuero que le otorgaba la
celebración de la primera feria anual de España. En recuerdo de este hecho
tiene lugar anualmente (primeros días de junio) la llamada Feria Alfonsina.
Herencia del trazado medieval de
la localidad, y en relación con el paso del Camino de Santiago, encontramos una
serie calles agrupadas en torno al barrio del Corro y la calle Mayor.
Al pie del cerro sobre en que se
alza el castillo se localiza la iglesia de Santa María, en el interior de este
templo reedificado en el siglo XVI, se conserva un interesante retablo
renacentista presidido por Santiago Matamoros. Muy cerca de la iglesia están
las cuevas eremíticas de san Caprasio.
El centro neurálgico de Belorado
hay que buscarlo en una Plaza Mayor que hoy en día destaca sobre todo por su
considerable tamaño.
En las afueras de la localidad se
encuentra el convento de monjas clarisas, de afamada tradición repostera…
…y el antiguo silo de cereal, que
ha sido recuperado y utilizado para la ubicación del Museo Internacional de
Radiotransmisión “Inocencio Bocanegra”
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