Tenía cierta curiosidad por ver en época de deshielo la laguna de la Cascada de Neila y especialmente los salto de agua que vienen desde las lagunas superiores y que son los que dan el nombre al lugar.
Si se dispone de un turismo convencional hay que pensar cual es el día mejor para verlo bonito pero a su vez evitar el riesgo de quedarse a media cuesta o tener que andar mucho. En todo caso, a principios del mes de mayo del año pasado, tras una de las últimas nevadas, para allí que me subí.
Así lucía el curioso refugio al lado de la laguna.
Dos imágenes del embalse
En la parte superior de estos cantiles graníticos es donde se encuentran las cascadas. Como no iba demasiado preparado para la nieve y me entró pereza de afrontar la dura pendiente (venía de una ruta senderista que en su día os describiré), decidí tirar de zoom. Este es el resultado.
La cascada anterior ampliando un poco el zoom. Se puede relacionar su altura con los de los árboles del entorno
Otra cascada
A partir de las imágenes anteriores, es fácil imaginarse como tiene que ser la escalada en hielo invernal que se puede realizar en este lugar. En internet se encuentran varios enlaces y vídeos, como por ejemplo este.