Las pocas veces que he estado en la parte más nororiental de Losa, al norte de la carretera Quincones - Berberana, he experimentado sensaciones contrapuestas. La primera es de desasosiego: algo parece decirte que estás de más, que no se te ha perdido nada por aquí. El paisaje se hace duro a la vista. No es ni llano ni montañoso, las lomas onduladas no facilitan el fijar puntos de referencia. Las distancias parecen cortas, pero empiezas a andar y no avanzas tan rápido como preveías.
No hay tampoco ni grandes bosques ni terrenos de cultivo. La pradera, cuando existe, apenas logra disimular el hecho de que apenas unos centímetros por debajo está la roca; una roca que tiende a desmenuzarse perdiendo capas, como si toda la comarca fuese en realidad un enorme reptil que muda permanentemente su piel. Los pueblos apenas mitigan esta sensación de desamparo (seguro que los nativos del lugar lo ven distinto). Los casas son escasas, hechas con esa misma roca que se mimetiza en el entorno. Lo habitual es que el suelo de las calles sea ese mismo suelo natural de roca y verde, todo lo más cubierto con una leve e irregular capa de hormigón.
Ello hace que, apenas estés en el lugar, te asalten unas incomprensibles ganas de irte pero... sin embargo, algo te conduce a volver de nuevo. Es la sensación de estar en un sitio auténtico, que guarda entornos apenas conocidos. Ya me pasó hace un tiempo con mi búsqueda de El Valle de los Arces, y lo mismo con esta nueva búsqueda de un árbol singular: El Roble de Barriga de Losa.
Para llegar al lugar nos dirigimos al pueblo citado. Antes de llegar al mismo encontramos una gran balsa de riego. En Losa el agua es abundante, pero el carácter cárstico del terreno (existen varias cuevas de interés espeleológico) hace que sea muy difícil y laborioso de captar. Recientemente el Ayuntamiento ha construido tres grandes balsas que permiten asegurar la producción de la patata que citábamos hace unos días.
En Barriga dejamos el coche y buscamos las señales del sendero de Gran recorrido GR-282 "senda del Pastoreo". Ello nos hace caminar en dirección norte ganando altitud pro un camino denominado "de Bustantiego". Pasados unos 3 kilómetros y habiendo ganado 200 metros de desnivel (de 720 a 920) encontramos a la vera del sendero el roble que estamos buscando, incluido dentro del catálogo de árboles singulares de Castilla y León.
Como vemos el ejemplar muestra un estado bastante bueno. La copa aparece bastante uniforme alcanzando una altura de 12 metros. El tronco tiene un perímetro de unos seis metros a la altura de los brazos.
En la continuación del camino encontramos algunos otros ejemplares interesantes.
Un ejemplar único ¡¡
ResponderEliminarbello de por si.
salut