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lunes, 29 de julio de 2013

Árboles singulares de Valdelateja (y II): La Encina Gorda

Por favor, sed respetuosos en la visita a estos árboles. No hagáis que me tenga que lamentar de haber difundido su existencia y ubicación


Aunque no puede competir en cuanto a espectacularidad con el Haya Canticio, desde luego el emplazamiento de la llamada Encina Gorda es, como veréis, ciertamente llamativo. Aquí os señalo su ubicación en la foto tomada desde el Haya Canticio.


El acceso se realiza desde el aparcamiento-mirador sobre el pueblo de Valdelateja, que se encuentra en el margen derecho de la N-623. Desde aquí retrocedemos unos pasos y cruzamos al otro lado de la carretera, tomando una entrada de un camino. Siguiendo el trazado que os he pintado en la siguiente foto, primero llegamos a la altura de un cableado que da servicio a una torre de comunicación.  

viernes, 26 de julio de 2013

Árboles singulares de Valdelateja (I): El Haya Canticio

Por favor, sed respetuosos en la visita a estos árboles. No hagáis que me tenga que lamentar de haber difundido su existencia y ubicación


Desde que ví mencionado el "Haya Canticio" de Valdelateja en el libro "Una mirada natural", dentro de los árboles más representativos de Burgos, y teniendo en cuenta que paso a menudo por esta bella zona en la que uno no se esperaría encontrar un haya monumental; estuve bastante tiempo intentando averiguar su ubicación.

Y resulta que siempre estuvo ahí, a la vista del que quisiera observarla: No sólo es llamativo el propio ejemplar, en una zona de páramos y cañones, sino que su emplazamiento es probablemente el más espectacular de todos los de los árboles singulares de Burgos.

La siguiente foto muestra la panorámica que se observa desde un improvisado mirador que se encuentra en la carretera de ascenso a Sargentes de la Lora desde el valle del Rudrón. Aparece el último tramo del cañón del citado río, antes de verter sus aguas al Ebro.


Pues prácticamente en la cima del monte de la derecha, conocido como Pedro Campo o pico Revilla, muy por encima de los llamativos cantiles rocosos, encontramos el ejemplar buscado (señalado con la flecha), que desde la lejanía muestra un inquietante aspecto cadavérico.

martes, 23 de julio de 2013

Villaldemiro

Situado enfrente de Pampliega, nuestra siguiente parada se produce en el pueblo de Villaldemiro. Entre los hitos históricos de este pueblo figura el hecho de haber sido cuna y sede del conde Garci Fernández, nacido hacia 1180 y muerto en 1248. El conde fue un importante consejero de Alfonso VIII , junto al que batalló en la guerra de las Navas de Tolosa.

Siguió como consejero con Doña Berenguela y con Fernando III ; los cuales le designaron ayo del futuro Alfonso X, que como hemos reflejado tuvo una intervención destacada en el devenir de los restos del rey godo Wamba. Para completar el currículum el afamado conde fundó el todavía activo monasterio de Villamayor de los Montes.



Un tanto ajeno a la historia de su vecino más ilustre, el elemento patrimonial más interesante del presente de Villaldemiro es su iglesia, que se levanta sobre una loma que domina el caserío. Inicialmente construida en estilo románico, perdura de este estilo un impecable y sobrio ábside definido por las columnas que separan los paños y por los capiteles y canecillos que lo culminan. La decoración de los mismos, basada fundamentalmente en motivos vegetales, nos habla de un románico tardío, rayano ya en el gótico.






Plenamente gótica es la pequeña y sorprendentemente poco conocida portada principal; con un interesante tímpano donde se esculpió la coronación de la Virgen. Las arquivoltas llevan figuras (ángeles y lo que podrían ser los doce apóstoles). Recuerda a la de la cercana iglesia de San Millán de Los Balbases.




Mucho más cercanas en el tiempo son la original granja de avestruces que durante bastantes años se ha podido ver desde la carretera (creo que ha cerrado), o las instalaciones de temática western de Río Loco, que creo que tampoco están viviendo sus mejores tiempos. Tal vez algún lector nos pueda dar algo más información al respecto.

viernes, 19 de julio de 2013

Pampliega

Retomamos nuestra ruta por el valle del Arlanzón completando los últimos artículos antes de las vacaciones de verano. Hoy le toca el turno a Pampliega, pueblo que muestra tres características paisajísticas principales: un tamaño relativamente grande, su apelotonamiento en la falda del cerro, y el protagonismo visual de la torre de la iglesia.


Su tamaño demuestra la importancia histórica de este emplazamiento, que parece remontarse a la época romana. Su abigarramiento le viene como herencia del periodo medieval (se conserva incluso una antigua puerta entrada a la villa) en que llegó a disponer incluso de una importante judería.


La iglesia parroquial de San Pedro presenta fábrica tardogótica y renacentista con una sola nave y marcado crucero. Su construcción se remonta a los inicios del siglo XVI y en su interior conserva un notable retablo protorromanista del prestigioso escultor Domingo de Amberes de mediados del XVI. La llamativa torre es el siglo XVII, bajo la cual está un pórtico que cobija la portada occidental de su época. Mayor antigüedad tiene la portada principal, dispuesta en el lado meridional, con traza tardogótica de arquivoltas apuntadas.



Pero lo que más me ha animado a hacer una parada en Pampliega es este sencillo crucero, o más bien la historia que esconde. Se trata de la llamada cruz de Wamba. Según la tradición, hacia el año 680 el rey visigodo Wamba fue narcotizado y tonsurado obligándole con ello a renunciar a la corona y a llevar una vida monacal. Aceptando su nueva situación, decide retirarse al monasterio de monjes negros de San Vicente, en Pampliega, en donde sería enterrado.


Pasados los siglos el rey Alfonso X el Sabio, que pasó parte de su niñez y juventud en la zona, y ante la ruina del monasterio, decide trasladar los restos a Toledo en 1274, conservándose actualmente en su catedral. En el lugar en donde estuvo el monasterio y el sepulcro se levantó hacia el siglo XV esta sencilla columna, en donde se grabó la siguiente inscripción:

“HIC FUIT MONASTERIUM SANCTI BENEDICTI. HIC JACUIT WBAMBA REX GOTTORUM”

miércoles, 17 de julio de 2013

Vía verde de la Demanda

Cuando el calor aprieta un poco más, apetece más la bici que el caminar. Así que el pasado verano decidimos recorrer La gran Vía Verde burgalesa, heredera del antiguo ferrocarril minero. Recorre unos bellos y boscosos valles por las faldas de los colosos de la demanda burgalesa. 

(datos para bicicleta de montaña y prepación media/baja)
Dificultad: Alta
Orientación (sin GPS con track o cartografía): fácil
Belleza: Muy Alta
Tiempo y distancia: 4 horas (52 kilómetros). (el tiempo es muy variable en función de nuestro ritmo y las paradas que efectuemos).

Situación

Desde Burgos tomamos la N-120 en dirección a Logroño hasta la localidad de Ibeas de Juarros. Desde aquí seguimos la carretera que hacia la derecha nos conduce en unos 6 kilómetros hasta Arlanzón. La Vía verde nace a la altura de los primeros edificios del lado derecho, cerca de un frontón.

Puntos de interés

Trinchera. Túnel. Bosques. Valles. Paisajes de montaña. Embalse del Arlanzón. Localidades.

Descripción de la ruta

El recorrido se comienza a unos 970 metros de altitud. A los pocos metros de iniciar el recorrido cruzamos un puente sobre el río Arlanzón, que remontaremos hasta sus fuentes. En pocos minutos llegamos a la estación potabilizadora de Aguas que da servicio a la ciudad de Burgos. Bordeamos las instalaciones por su lado izquierdo y nos introducimos en el robledal que será protagonista de la mayor parte del recorrido.

Vamos cubriendo kilómetros en suave pero continuo ascenso. En torno al kilómetro seis el paisaje se abre poco antes de cruzar la carretera que da servicio a la localidad de Urrez, que se cobija bajo los montes del sector más occidental de la Demanda. Seguimos ascendiendo suavemente y no mucho después vemos a la izquierda, pero ya bastante bajo nosotros, el pueblo de Villasur de Herreros (de hecho encontramos una indicación para enlazar con dicho pueblo). Más o menos en este lugar volvemos a transitar por el tupido bosque.

Hacia el kilómetro 10 nos topamos con una fortísima rampa que nos obligará a echar pié a tierra. Todo parece indicar que se trata de una alternativa a un túnel echado a perder. Al otro lado entramos en una zona en la que el trazado se va adaptando a los diferentes vallejos para evitar cambios bruscos de altitud. El paisaje aparece dominado por bosques de robles y pinos, con algunas manchas de hayedo.

Más o menos a los 13 kilómetros alcanzamos el punto más alto de esta primera parte del recorrido, a algo más de 1200 metros. Un suave descenso nos va acercando a las aguas de embalse del Arlanzón, que finalmente alcanzamos. Durante unos kilómetros vamos paralelos al mismo, separándonos en un par de ocasiones para salvar dos vallejos laterales.

El final del embalse coincide con el final del descenso. Empezamos a ascender de manera suave pasando por una zona donde el río Arlanzón se encajona. No mucho después salimos a una zona mucho más abierta que corresponde con el valle de Pineda de la Sierra. De frente observamos el perfil inconfundible del circo del Mencilla. En torno al kilómetro 23 llegamos a altura de Pineda de la Sierra, junto a la ermita del Santísimo Cristo.

Los siguientes metros el recorrido empeora bastante. Primero parece cerrarse y luego nos vemos obligados a cruzar una finca particular, aunque no encontramos mayores complicaciones. Desembocamos en la carretera de Acceso al Albergue y antigua estación de Pineda (una alternativa consiste en llegar al pueblo y acceder a este punto por la carretera al otro lado del río).

Los siguientes metros transitan por la sombreada ribera de un juvenil Arlanzón, siempre muy cerca de la carretera de acceso al puerto del Manquillo. Poco a poco el paisaje se va abriendo mientras que la pendiente se va haciendo cada vez más notoria. Hacia el kilómetros 30 el paisaje se vuelve a cerrar y la vía llega a un punto con un fortísimo desnivel entre una mancha de hayas. De nuevo este trazado es una alternativa al hundido túnel del puerto del Manquillo.

Alcanzamos el puerto del manquillo a más de 1400 metros de altitud. Al otro lado se abren los valles de la cara sur de la Demanda burgalesa. El trazado prosigue mediante un corto pero complicado descenso por varias revueltas. Al poco el desnivel se suaviza y desembocamos en la carretera que hemos de cruzar. A partir de aquí empieza el tramo probablemente más bonito de todo el recorrido. Un suave y largo descenso adaptado a la ladera del monte nos permite descender por un tupido bosque de robles y hayas.

Pasados unos cinco kilómetros el bosque se abre bastante y nos dirigimos hacia el norte para salvar el ancho valle del río Valdorcas, lo cual acabamos haciendo gracias a una gran pasarela metálica recientemente instalada. De regreso por el otro lado del valle observamos el precioso caserío de Riocavado de la Sierra, presidido por su iglesia románica y poco después, siempre en descenso, llegamos a la altura de Barbadillo de Herreros.

En realidad vamos a trazar una amplia curva en torno a este pueblo. Primero vamos a dirigirnos de nuevo hacia el norte; en donde nos encontramos con un túnel practicable protegido por unas vallas que impiden el acceso del ganado (dispone de un sistema de alumbrado). Al otro lado y con un poco de atención descubriremos los restos de la antigua ferrería junto al río Pedroso; y volviendo hacia el sur nos acercaremos de nuevo a las casas de Barbadillo.

Hacia el kilómetro 46 cruzamos la carretera Barbadillo-Monterrubio coincidiendo más o menos con el final del descenso (estamos a 1130 mts). De nuevo por el bosque ascenderemos paulatinamente hasta la cota 1200, pasando junto al reducido y semiabandonado pueblo de Bezares. Cruzamos la pista Huerta de Abajo-Monterrubio y buscamos una mancha de hayedo por la que descendemos en la búsqueda de una pequeña área recreativa que constituye el final del trazado. Si queremos podemos seguir hasta Monterrubio, a menos de dos kilómetros, ya por asfalto.

Comentarios

Al realizar el trazado en bicicleta el material gráfico es limitado en cuanto a calidad y cantidad, además del hecho de que el pasado verano fue especialmente seco. En todo caso aseguro que realmente merece la pena. Existen varias alternativas para hacer partes del recorrido, hacerlo en sentido contrario o incluso hacer ida y vuelta si nos sentimos con fuerzas para ello. En este sentido es recomendable, al llegar a la carretera de acceso al Manquillo, tomar la misma los dos últimos kilómetros de ascenso para evitar las complicadas revueltas finales de la vía verde. Ya puestos podemos descender por la carretera hasta Pineda lo que nos hará ganar tiempo y fuerzas.

La pista se encuentra en condiciones bastante buenas en general, aunque esto dependerá del mantenimiento que se realice con el paso de los años. Por momentos se notan los restos de una pequeña capa de asfalto casi desaparecida. Los desniveles en general son bastante llevaderos aunque lógicamente prolongados.

Deberemos llevar agua con nosotros o estar dispuestos a desviarnos a alguno de los pueblos (Pineda es el que pilla más a mano). También esta localidad es adecuada para realizar la parada para la comida si ajustamos los horarios para ello.
 
No os pongo mapa ni track pues creo que el recorrido es bastante evidente. En todo caso como siempre podéis realizar cualquier consulta que consideréis oportuna. Os recomiendo leer estos dos artículos como apoyo documental a la excursión.

http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2009/10/libros-ferrerias-de-la-sierra-de-la.html
http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2010/03/libros-el-ferrocarril-minero.html

Vídeo con algunas imágenes del recorrido.


lunes, 15 de julio de 2013

Algunas imágenes de las Jornadas Cidianas de Vivar del Cid

Hace tiempo que me planteo incluir algunos contenidos algo más "cercanos" en el blog. No se en que medida lo conseguiré, pero de momento aquí tenéis algunas imágenes de los primeros momentos de las Jornadas Cidianas de Vivar del Cid, aprovechando que el lugar me pillaba bastante cerca.

El desfile desde la legua "cero". Aquí pasando junto al monasterio de clarisas.


Posando junto a la estatua del Cid.


Los músicos amenizando


La familia del Cid.


Imposición de bandas


Apertura de un pequeño mercado medieval


En definitiva un acto sencillo pero tal vez por ello más interesante. El programa posterior incluyó diversas actividades lúdicas, cenas medievales... Podéis saber más en https://www.facebook.com/VIVARDELCID

miércoles, 10 de julio de 2013

La antigua fábrica de La Encarnación

Desde la carretera de acceso a Villaverde-Mogina se ven perfectamente, al lado del Arlanzón, los restos de la fábrica de Harinas de La Encarnación; aunque ésta está situada en terrenos de Los Balbases. 


Como no tiene sentido hacer un simple corta-pega, os remito al interesante artículo publicado al respecto por Elías Rubio en  http://arqytrad.blogspot.com.es/2011/08/la-encarnacion-aquella-vieja-fabrica-de.html (os animo a leer también los comentarios)

Las fotos que pongo aquí si que son mías.



martes, 9 de julio de 2013

Palacio de Villaverde Mogina

Desde Revilla Vallejera empezamos a remontar el curso bajo del Arlanzón para hacer nuestra siguiente para en Villaverde Mogina. Allí, a la entrada del caserío encontramos un original edificio de importantes dimensiones que se corresponde con el palacio de los Barahona o Varona. Consta de dos cuerpos principales unidos por un ala central, formando una planta en forma de U.



Fue el centro del mayorazgo que en 1592 fundara don Pedro Barona, coincidiendo con la construcción del edificio. En el frente izquierdo remata una espadaña, ya que era el lugar donde se alojaba la capilla.


Lo más llamativo son precisamente los frentes laterales, en cierto modo simétricos, caracterizados por sus pináculos y los grandes escudos familiares. Uno de ellas luce original relieve con lo que parecen ser dos monjes copistas.


Se cuenta que en algún momento llegó a ser del Arzobispado, y que éste lo vendió a “unos americanos”, quienes lo utilizaron como colonia veraniega durante media docena de años, viniendo solamente en los meses de verano.


A finales de los años setenta del pasado siglo los americanos lo vendieron a la asociación El Patriarca, dedicada al tratamiento de la drogadicción. Se mantuvo con estos usos hasta principios de los noventa, momento en que la asociación empezó a tener problemas económicos que derivaron en el embargo del edificio. 

El palacio acabó poniéndose a la venta hace ya unos cuantos años y fue comprado por la familia Ojeda. El proyecto era hacer un parador o establecimiento hostelero de postín, aunque por lo que parece la idea avanza lentamente y a trancas y barrancas. Hasta 2009 no se observaron signos de reforma del edificio. 


El año siguiente comenzaban las obras de adecentamiento del exterior del edificio, fase que se puede considerar acabada, si bien el acabado interior y la puesta en marcha del negocio parece que tendrá que esperar.


El contenido de esta entrada está basado en varios artículos de Elías Rubio y de periódicos locales. Para más información podéis consultar los siguientes enlaces:

jueves, 4 de julio de 2013

Revilla Vallejera

Tras unos días de parón obligado retomamos las entradas del blog desde el curso bajo del rio Arlanzón; más en concretro desde Revilla Vallejera. Nos hemos acercado al lugar al calor de un precioso artículo publicado en la revista de Folklore: Revilla Vallejera, una familia de pastores. El texto es un poco largo, pero es una excepcional crónica de un mundo que desapareció hace décadas.


Tanto en este artículo como en la página web del pueblo se cita un excepcional roble que se sitúa casi en lo alto del Pico de los Hornos (al oeste del pueblo) y donde al parecer tiene lugar cada año una cita campestre. Así que hasta allí que me subí; aunque lo cierto es que el roble (que está situado junto en el límite con Palencia), tampoco es nada del otro mundo.


Lo que sí que no desmerecen son las panorámicas que desde allí pueden contemplarse sobre la vega del Arlanzón poco antes de que unirse al Arlanza (ya en tierras palentinas).