Ruta de Senderismo: Sendero de las Grandes Encinas

Recorremos un encinar de transición entre las peñas de Cervera y las planicies del Arlanza medio, en lo que en realidad es el último rastro hacia occidente del Sistema Ibérico. Conserva restos de la configuración adehesada del pasado y los ecos de un poblamiento prerromano.

Dificultad: fácil

Orientación (sin GPS con cartografía o track): Media

Belleza: Normal

Tiempo y distancia: 2 horas y media (10 kilómetros)

 

Situación

Para llegar al punto donde se inicia la ruta nos acercaremos a Lerma, la villa Ducal, por la A-1. Tras atravesar el pueblo por la antigua N-I tomamos la carretera comarcal que se dirige a Silos. Pasados unos 10 kilómetros llegamos a Castrillo Solarana. Dejamos el coche en la pista que nace a la derecha, inmediatamente después de superar el cartel indicador del pueblo. También se puede empezar a caminar desde el campo de fútbol de Solarana, pueblo que se encuentra tan sólo un par de kilómetros más adelante.

Puntos de interés
 

Bosque mixto de encinas y sabinas. Grandes encinas, especialmente la “Encina Grande”. Fuente Untierna. Vistas de la Sierra de la Demanda. Iglesia de Castrillo Solarana. Castro de Solarana.

Descripción de la ruta
 

Empezamos a caminar por esta ancha pista entre tierras de cultivo, alejándonos del pueblo. Ascendemos suavemente ignorando algunos caminos secundarios que salen a los lados. Sin mayores novedades cubrimos los primeros 2 kilómetros de recorrido, pasados los cuales los árboles se hacen cada vez más presentes. Cabe decir que la ruta está señalizada como sendero de pequeño recorrido.

Tras una suave rampa el camino gira bruscamente hacia la izquierda, dejando a un lado dos caminos menos marcados. Desde este punto entramos ya en el bosque, en el que se alternan las sabinas y las encinas, con algunos enebros. En esta primera zona los árboles son de poca entidad.

Tras ignorar un camino que desciende un poco a nuestra izquierda, afrontamos un tramo algo más abierto y recto, con pendiente algo más marcada. Al final del mismo el camino más ancho gira a la derecha, pero nosotros seguimos recto por otro más difuso. El nuevo camino pronto gira a la izquierda, asciende un poco más y queda casi llano.

Tras recorrer unos 700 metros en dirección sureste atravesamos un camino que viene transversal y al instante alcanzamos otro camino más definido que seguimos hacia la derecha mediante un fuerte giro. Sin embargo al instante alcanzamos una bifurcación en la que nos decidimos por el camino de la izquierda. De este modo recuperamos la dirección suroeste.

Mientras tanto hemos empezado a ver ejemplares de centenarias encinas de entre dos y tres metros de diámetro, acompañadas de abundante sotobosque. Los siguientes metros se dedican a descender a un pequeño vallejo, alcanzado el cual se gira hacia la izquierda siguiendo el mismo. Junto a unas extrañas estructuras de tierra y leña, que parecen representaciones de la antigua actividad carbonera, encontramos más encinas de gran porte, destacando la llamada “Encina Grande”, que tiene unos 4 metros y medio de perímetro de tronco.

A la encina le han cortado una de sus tres ramas principales, probablemente porque la misma ya se había desgajado, y el corte está protegido por una chapa metálica en prevención de infecciones. Otra de las ramas amenaza con quebrarse. Tan sólo unos metros después de la Encina Grande hemos de estar atentos para localizar un camino (es casi un sendero) que sale del vallejo por la parte derecha.

El siguiente tramo es el más confuso de todo el recorrido. El bosque se cierra algo pero sobre todo se entrecruzan varios senderos. Como referencia indicaremos que la dirección aproximada es noreste y que primero se asciende un poco y luego se desciende otro poco, aunque deberemos estar muy atentos a las marcas de pintura amarillas y blancas. Si conseguimos orientarnos llegaremos a un camino más marcado, que tomaremos hacia la derecha, en sentido ascendente y en dirección sureste.

En este tramo volvemos a ver a los lados robustos ejemplares de encina. Tras unos centenares de metros de ascenso, muy cerca de uno de estos árboles, tenemos que estar atentos a la señalización para ver un camino bastante difuminado que empieza a descender por nuestra izquierda.

El nuevo camino desciende ondulante de forma decidida. Al parecer este camino es heredero de una antigua calzada romana que comunicaba Clunia con un asentamiento romano que existió aquí en Solarana, pero al menos yo no pude identificar ningún resto.

Sin mayores novedades salimos del bosque hacia una zona de amplios cultivos. Hacia nuestra derecha observamos una pequeña chopera en donde se ubica Fuente Untierna, relacionada precisamente con dicho asentamiento, que se ha datado en torno a los siglos IV o V y que llegó a contar con un pequeño recinto termal. El camino no obstante nos encamina hacia Solarana, cuyas casas vemos no lejos. Al llegar a una ancha pista giramos a la derecha para contemplar el paraje del abundante manantial de Fuente Untierna, donde podemos tomar un pequeño descanso.

De vuelta hacia Solarana nos fijamos hacia nuestra izquierda en un pequeño saliente del monte en donde se intuye la ermita de Castro entre el arbolado. En este lugar estuvo ubicado un importante castro prerromano y romano asociado al asentamiento de Fuente Untierna.

Al llegar a Solarana encontramos entre los primeros edificios un centro social de factura moderna. Lo dejamos a nuestra derecha pasando junto al campo de fútbol. Tomamos así una nueva pista que pronto llega a una bifurcación. Tras tomar el camino de la derecha seguimos caminando entre cultivos. Al fondo se encuentra el inconfundible perfil de la iglesia tardorománica de Castrillo-Solarana y más a la derecha los perfiles (hoy nevados) de la Sierra de Mamblas y Sierra de la Demanda.

No mucho después encontramos un camino menos marcado que se dirige igualmente hacia la derecha. Ya sólo nos queda seguir este camino unos cientos de metros hasta su conclusión (ignoraremos los desvíos), justo en el lugar en donde dejamos nuestro vehículo.

Comentarios
 

El recorrido descrito coincide con el sendero de pequeño recorrido PR-BU 121, que forma parte de la red de senderos de la comarca del Arlanza (os podéis descargar el folleto aquí), aunque el mismo está diseñado en principio para empezar desde Solarana y realizarse en sentido contrario al que os he desarrollado. La señalización en el momento de realizar el recorrido es suficiente, si bien los numerosos cruces del interior del bosque hacen que sea necesario estar atento. Por lo demás el recorrido es sencillo y corto.

El sendero pasa muy cerca de la ermita de Castro o de San Miguel, en Solarana, en donde se ha habilitado un pequeño museo relativo al pueblo y al antiguo castro. Más información sobre éste y otros lugares de interés de Solarana los tenéis en este artículo. Más información sobre Castrillo Solarana en este otro artículo.

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Track de la ruta (pulsa en el círculo verde para más información).

Presentación con fotos de la ruta: