La iglesia de San Cosme y San Damián se encuentra sobre un promontorio que domina la localidad de Encio. El edificio era la parroquial del antiguo barrio alto, que fue abandonado entre los siglos XIX y principios del XX, y del que aún quedan restos.
La iglesia antes de la restauración |
El ábside románico es el elemento más interesante. Es de excelente construcción y se levanta sobre un pedestal y dos gruesas columnas, que partiendo de un basamento prismático, lo dividen en tres paños. En el tramo central se abre una pequeña ventana, rodeada por un arco trilobulado. También son interesantes algunos canecillos.
La portada de medio punto aparece semioculta por modificaciones posteriores. Sobre el hastial occidental se alza una espadaña por debajo de la cual se sitúa una ventana cuyos relieves han sido profanados, aunque aún conserva un original arco en zig-zag.
El devenir de esta iglesia en las últimas décadas ha sido ciertamente curioso. Antes un riesgo de ruina en 2005 se realizó una primera intervención que llegó poco más que para actuar parcialmente en el tejado. Han tenido que pasar casi quince años más para que se terminaran los trabajos. La sensación es que los trabajos no han sido demasiado cuidadosos; quizás más propios de la albañilería que de la restauración del patrimonio.
Es una pequeña joya! Saludos ;-)
ResponderEliminarGracias por dejar un comentario
ResponderEliminarUna pena que esté en ese estado, con lo cerca que está de la N-I.
ResponderEliminar¿En Encio vive gente actualmente?
Hola MAC. Según mis datos hay 9 personas empadronadas, y al parecer hay alcalde pedáneo.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, solo se han preocupado de colocar un gran cartel de intenciones y para de contar.
ResponderEliminarHola: ayer estuve visitando esta iglesia y el panorama es desolador. Parece mentira que un monumento de su categoría está tan abamdonado.
ResponderEliminarDicho de paso: ¿tienes alguna idea de que significado tiene el canecillo de dos caras?
Saludos
Elias Arana.
Gracias por comentar. No sabría decirte. Estos días estoy fuera. Si me acuerdo a la vuelta consulto por ahí y si encuentro algo te digo
ResponderEliminarHola. Buscando un poco he visto que una posible interpretación a este tipo de canes es relacionarlo con el Dios “Jano bifronte”, el dios de las puertas solsticiales, patrón de los “collegia fabrorum” romanos, devoción que heredaron los canteros medievales y que en palabras del arquitecto lucense, Carlos Sánchez-Montaña, indica la presencia de lo sagrado.
ResponderEliminarHola Javier! Afortunadamente, acabaron arreglándola y subsanando el problema de la gran grieta. Recuerdo que hace unos 25 años estaba sin puerta y con las tapas de las tumbas, en el suelo, desparramadas por aquí y por allá como si hubieran estado buscando algún tesorillo. Quizás haga algo más de 25.
ResponderEliminarUn saludo!
Sí, la última vez que pasé por allí ya vi que el tejado y el exterior parecía completo. Lo que no sé es cómo está el interior.
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