Nuestra siguiente parada se efectúa en el exterior del monasterio de monjas Clarisas de Nofuentes. Desde el primer momento observamos la relativa humildad de este lugar, construído fundamentalmente en mampostería y cuyo elemento más destacable pueda ser esa portada gótico flamígera del siglo XV.
En el año 1430 se establece la fundación de este monasterio a partir de un conjunto eremítico. Al parecer cierta joven llamada Juana y natural de la localidad cercana de Villapanillo, se "emparedaba" en el alto del montículo -o Riva- de Nofuentes. Pronto se le unieron otras dos mujeres que fueron levantando poco a poco una ermita con sus manos y sus bienes.
Tras peregrinar a Santiago permanecieron tres meses en Tordesillas viviendo y aprendiendo la Regla de Santa Clara, que pensaban seguir en Nofuentes. Doña Juana fue la primera abadesa y en adelante fue venerada como fundadora por su vida ejemplar y por llevar grabada en la cara una marca producida por los dedos de María. Fue enterrada en la entrada del convento, aunque después fue hallado su cuerpo incorrupto y por ello fue trasladado al interior.
Respecto a Juana se conserva la creencia popular de que encontró la imagen de la Virgen al cavar en un punto indicado por revelaciones divinas, y que la talla carece de un brazo al romperse éste durante su búsqueda. Se cuenta también que no fue sólo una, sino nueve las imágenes aparecidas, de las cuales dos se conservarían en el convento, otra en Nofuentes, otra en Urria y otra en Baíllo (a la que hicimos referencia hace algunas entradas).
El nuevo monasterio sería levantado lentamente "y con mucho sacrificio por no tener fundador ni patrón". Aún así y a su muerte, Mencía de Mendoza hizo numerosas mandas de dinero y objetos. Otro tanto hizo otra sobrina ricahembra llamada Catalina de Mendoza quien entregaría al monasterio 300.000 maravedís y vestidos, además de costear el alargamiento del coro y debajo de él colocó los escudos de los Velasco y Mendozas. Catalina murió en 1518 y en 1526 fueron traslados a Nofuentes, siendo sepultada bajo el coro. Sin embargo la clase social de la mayoría de las monjas eran de origen campesino que aportaba escasas dotes.
En el año 1496 Isabel la Católica y sus hijas pasaron por el convento y pernoctaron una noche en sus celdas. En unas fechas sin determinar del siglo XVI, Mencía de Velasco -hija del I Condestable de Castilla y fundadora del monasterio de Briviesca- estuvo viviendo un año y medio en el monasterio reseñado, como acompañante de una sobrina suya, monja. A finales del siglo XVIII llegó a La Riva la comunidad religiosa del monasterio de Clarisas de Portugalete, en Bizkaia, escapando de las hordas francesas.
En el año 1808 ellas mismas hubieron de refugiarse en Valdivielso. El 1812 tuvieron que refugiarse en el monasterio de San Martín de Don ya que el guerrillero Longa destinó su casa a hospital de sus tropas, entre otras peripecias sufridas desde ese tiempo.
En 1533 la comunidad contaba con 45 monjas, si bien a finales de ese siglo eran 31 las que vivían en Nofuentes. A principios del siglo XVIII eran 24 las monjas del convento, cifra que se rebajó a 18 a mitad de ese siglo. A comienzos del pasado siglo vivían 16 religiosas en el convento mientras que en el año 1994 eran 17 las religiosas que habitaban en el cenobio.
El 14 de septiembre de 2010 fue la fecha en que las tres ultimas religiosas del monasterio de Santa María de Rivas, cerraron las puertas del edificio de Nofuentes, en el municipio de Merindad de Cuesta Urria, para trasladarse definitivamente a otros monasterios de clarisas. Esta es la situación actual de un cenobio que desapareció con la misma humildad con que fué creado y con la que transcurrieron sus casi seis siglos de existencia.
La mayor parte de la información de esta entrada ha sido adaptada del articulo publicado en Crónica de las Merindades (octubre de 2010)
Hola Montacedo, muy interesante lo del convento de Nofuentes, ¿no se irían también con las de La Aguilera, como las de Briviesca?
ResponderEliminarUn abrazo
"en efectivo". Según el artículo dos marcharon para allá ý la otra al más cercano y tradicional de Castil de Lences.
ResponderEliminarMe acabo de enterar, al leer esto, de que han cerrado.No tenía ni idea. La de veces que hemos ido a comprar pastas o tartas de hojaldre de encargo, las hacían muy ricas...Qué pena.
EliminarGracias por la noticia y por la historia.
Un cordial saludo
Gracias por el apunte, que se me había pasado.
ResponderEliminarMuy interesante este artículo sobre Nofuentes. Mi padre es de Cebolleros, un pueblo cercano, y alguna vez me hablo del Monasterio. Gracias!.
ResponderEliminarAllí estuvo un montón de años una tía nuestra, hermama de mi padre. Fuimos a visitarta bastantes veces y estaba felíz, era la enfermera del convento.
ResponderEliminarFallecio hace 20 años y sus restos estaban allí, Sor Isabel de la Virgen del Rosario Pablos ese era su nombre.
Saludos Marian Pablos
Hola!!!He leído el artículo y vi su comentario.Isabel de la virgen del Rosario tenía un hermano que se llamaba Agustín Pablos.Es que está monja creo que era la tía de mi madre.Gracias
EliminarGracias por comentar
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