Hace unos meses, como continuación a la visita a La Cartuja, visité también el Monasterio de San Pedro de Cardeña. Aquí tenemos la fachada principal neoclásica, en donde destaca la figura del Cid matamoros. En un punto del jardín se encuentra una estela recordando el supuesto enterramiento de Babieca, el caballo del Cid, si bien en 1948 una cata patrocinada por el Duque de Alba no encontró nada en el lugar.
La entrada se realiza por la iglesia. Al fondo se observa parcialmente la torre, cuya base parece proceder del primer templo prerománico.
La iglesia, de un gótico algo avanzado, responde a la austeridad benedictina, si bien los expolios del siglo XIX han hecho su trabajo. A mano derecha tenemos el panteón donde reposaron los restos del Cid y Doña Jimena hasta su traslado a la Catedral, sin bien aún se localizan aquí las tumbas de varias personas relacionadas con este personaje burgalés semilegendario.
En un plano inferior se encuentra lo que queda del primitivo claustro románico. Características son las dovelas de los arcos, en las que alternan las piedras de color blanco y rojo. Aunque tradicionalmente se han relacionado con los arcos de la mezquita de Córdoba, parecen tener una influencia borgoñesa.
Los documentos más antiguos referidos a San Pedro de Cardeña refieren el año 899 como la fecha de su refundación; si bien parece heredar la tradición de un primitivo templo visigodo.
El año 932 sucede un hecho íntimamente ligado a la historia de Cardeña; el martirio de 200 monjes a manos de las tropas del Califa Ab-Al-Rhaman III. Acontecido el 6 de Agosto, a veces se confunde esta eféride con la de los Santos Justo y Pastor, también mártires.
La rememoración de esta tragedia tuvo mucho eco en los siglos posteriores. Las crónicas del siglo XIV hablan de cómo la fuente que se encuentra en una de las pandas del claustro manaba sangre cada año en el día de la tragedia.
A partir del siglo X Cardeña sería famosa por su importante scriptorium del que saldrían obras como la Biblia de Cardeña, la Biblia de Burgos y el Beato de Cardeña. La gran mayoría de estas obras se perderían o fragmentarían.
Lo mismo pasaría con la mayor parte del bien mueble. De hecho algunas de las piezas que hoy pueden verse en el monasterio son de elaboración contemporánea (por parte de monjes con aptitudes artísticas) o proceden de monasterios que corrieron todavía peor suerte (por ejemplo la sillería de la sala capitular procede de Santa María de Obarenes).
La visita al monasterio se realiza guiada por los actuales monjes cistercienses, que además de detallarnos la historia y arte del lugar nos podrán comentar cómo es el día a día actual en este milenario cenobio. Al terminar podremos aquirir diversos productos en la tienda, incluyendo el tradicional licor.
Más información en http://www.cardena.org/.
Yo estuve hace unos cuantos años, y recuerdo que el fraile nos dijo que había algunos sitios en los que no permitían la entrada de mujeres.
ResponderEliminarPues.... No se si era en el claustro, porque no lo recuerdo.
Ahora ¿dejan?
Gracias, por mostrárnoslo. Me parece precioso.
Un abrazo.
Gracias a tí por escribir. Si te digo la verdad cuando el otro día me puse a escribir la entrada me di cuanta que se me habían olvidado unos cuantos datos interesantes que contó el fraile durante la visita...en todo caso en mi propio grupo iban mujeres y vieron lo mismo que yo, y no se hizo mención al respecto, que yo recuerde.
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