Tal y como habíamos anunciado, iniciamos con esta una serie de entradas dedicadas al antiguo monasterio de San Salvador de Oña, que estos días cumple el milenario de su fundación. Intentaremos llegar a un punto de equilibrio entre una extensión no demasiado larga, aportar contenidos que no sean demasiado obvios y no cometer muchos errores. Como siempre la principal intención es incrementar el interés por nuestro patrimonio entre propios y foráneos.
No sé puede decir que Oña sea un lugar desconocido al burgalés, pero sí que es verdad que ni la información que se suele hacer llegar al ciudadano medio ni la impresión inicial de su conjunto (especialmente al exterior) inducen un interés excesivamente intenso hacia este patrimonio. Tal y como iremos viendo Oña ha en cierto sentido víctima de su propio éxito, en forma de abundantes pillajes y reformas poco afortunadas.
Ya sabía yo, cuando empecé a pensar en esta serie de entradas, que más allá de esta primera sensación el antiguo cenobio oculta un legado ciertamente valioso para el ciudadano burgalés; nada menos que el enterramiento de los dos últimos condes independientes castellanos y dos de los tres primeros reyes, en un mausoleo que se puede considerar casi único. Todo ello lo podemos disfrutar cada año en el ya famoso Cronicón.
Pero, además, mi limitada investigación me ha permitido llegar a la conclusión de que los avatares de esta antigua abadía cisterciense representan un ejemplo harto ilustrativo del devenir de nuestra tierra; de sus antiguas grandezas y de sus lamentablemente bastante más abundantes miserias, y de lo más elevado y mas ruin de los habitantes que la han hollado.
Empezaremos pues con este recorrido, que para ser un poco ordenado realizaremos en orden cronológico. La historia será la que guíe nuestros pasos, si bien realizaremos frecuentes aproximaciones al patrimonio mueble e inmueble del edificio. En este sentido, dedicaremos las últimas entradas a la vista del edificio propiamente dicho, aunque asumiendo que apenas podremos hablar sobre los edificios monasteriales propiamente dichos y el nivel de detalle vendrá limitado por lo que se puede apreciar en una visita estándar a iglesia y claustro.
Al hablar de blibliografía lo cierto es que, al revisar la principal documentación existente, se echa en falta un texto completo y actualizado que aborde la evolución de este monasterio desde el punto de vista artístico e histórico; aunque lo mismo mientras se están escribiendo estas palabras ya se está cocinando un proyecto de este tipo. Mientras tanto el principal texto de referencia sigue siendo el libro “El monasterio de Oña”, del Padre Jesuita Nemesio Arzalluz, publicado allá por el año 1950.
Existen, por otro lado, otros libros más modernos que nos permiten una aproximación parcial a la historia del monasterio, aunque tal vez más científica y exacta. Destacaremos en primer lugar el libro de Santiago Olmedo “Una abadía castellana en el siglo XI. San Salvador de Oña”, muy completo y fácil de leer, lo único que se echa en falta es que el análisis histórico no se prolongue más adelante y, en segundo lugar el muy reciente “Oña y su monasterio en el pasado de Castilla”, de Eduardo Rojo, que aborda aspectos menos conocidos de la historia del cenobio. Estos han sido las principales fuentes de información empleadas en esta serie de artículos, si bien se han recogido algunos aspectos desde otras fuentes.
Y en el interior podemos ver este fresco de la vida y "milagros" de Maria Egipciaca
ResponderEliminarGracias por tu aportación. Haré una referencia al fresco en el momento oportuno.
ResponderEliminarUn saludo
Montacedo
Hola Montacedo:
ResponderEliminarSabiendo tu buen hacer, espero un interesante viaje al pasado. No me lo quiero perder.
Si has visitado últimamente el Monasterio te habrás dado cuenta que bajo los "yesos" infames que la mayoría de iglesias y monasterios han sufrudo, en éste, están apareciendo capiteles, frescos, relieves ocultos que pueden añadir si cabe, aún más, el gran interés por este Monasterio. Como ejemplo, lo ya referenciado.
Saludos,
Hola Montacedo, espectante estoy para ir aprendiendo mas sobre esta histórica villa.
ResponderEliminarPor cierto creo que el programa de radio Nacional: "no es un día cualquiera" presentado y dirigido por Pepa Fernandez, va este fin de semana a Oña.
Un abrazo
Hola. Mucho me temo que los contenidos no serán tan innovadores ni tan desconocidos para unos conocidos de la zona como vosotros. Espero no cometer muchos gazapos y que quede razonablemente bien. Lo del programa ya lo sabía. A ver si puedo oir algo.
ResponderEliminarQué alegría inmensa descubrir este blog! Mi abuela materna era de Oña. La casa familiar estaba en la calle Barruso!
ResponderEliminarEmigró a Argentina con su padre poco antes de la guerra civil. Sus hermanos mayores ya estaban aquí..
Mi abuela Elvira, gran narradora, siempre contaba historias del pueblo! Mi sueño es viajar y recorrer Oña entrañable!
Abrazo grande desde Argentina!🇦🇷❤️🇪🇦