En el pueblo de Valdenoceda, muy cerca ya del emblemático "Puente del Aire" sobre el Ebro, se levanta un anónimo y voluminoso edificio rodeado de un alto muro de mampostería.
Aunque la mayoría pasarán indiferentes ante las paredes, para un buen puñado de familias representa el emblema de un infausto recuerdo, pues aquí estuvieron presos a principios de los años 40 un nutrido grupo de represaliados franquistas.
Entre las voces que contribuyeron a sacar del olvido este lugar y, sobre todo, lo que aquí sucedió, tenemos que citar una vez más a Elías Rubio, que nos lo narra en el segundo volumen del libro Burgos en el recuerdo.
Así, por sus investigaciones sabemos que el edificio fue en primer lugar una gran fábrica de harinas, que aprovechaba la fuerza del río Ebro. Posteriormente se convertiría en un centro de fabricación de seda artificial, producción que, por cierto, se trasladaría en los años 20 del pasado siglo a la famosa sedera de la capital.
Desde entonces el edificio quedó sin uso hasta que se convirtió en el citado penal, entre los años 1938 y 1943. No existen unos datos claros de cuantas personas pasaron por el mismo, aunque sí se tiene constancia del fallecimiento de 153 presos, muertos por las pésimas condiciones de supervivencia en el lugar, enterrados en una finca que luego sería anexionada al cementerio parroquial; personas por cuya identificación se está haciendo un esfuerzo desde diversas asociaciones (aquí una noticia del diario de Burgos , aquí el foro de amigos y familiares de los represaliados).
Por internet podéis encontrar varios conmovedores testimonios, por ejemplo éste, pero por elegir uno me quedo con los dibujos del artista gráfico José Robledano, que permaneció unos meses en el lugar y algunos de los cuales podéis ver ilustrando este post.
Vaya esta humilde entrada en memoria de esta gran injusticia.
Sánchez Mi abuelo Francisco Hervás Martínez también estuvo allí. Sufrió tanto frío, desnutrición y constantes palizas que cuando le vieron lo enfermo que estaba le mandaron para casa. Mi padre tenía 7 años cuando en la nochevieja del año 1944 murió. Mi padre y mi abuela vivieron siempre resignados a esta gran injusticia. Pronto iré a Valdenoceda a conocer el lugar en que tanto sufrimiento acabó con las ilusiones de una familia y honrar a mi abuelo.
ResponderEliminarGracias por dejarnos este gran testimonio en primera persona.
ResponderEliminarYo soy nativa de Valdenoceda y el puente no llama "Puente del Aire" sino "Puente Nuevo", es la peña colindante al puente la que llama Peña El Aire por las fuertes corrientes que descienden por la misma hasta la carretera.
ResponderEliminarRespecto al penal, se cuentan muchas cosas y pocas son ciertas.
Hola. Gracias por el apunte. El nombre del puente lo he puesto pues hasta ahora lo había visto llamar así, en todo caso igual lo edito y lo cambio.
ResponderEliminarRespecto al penal, te invito a que si quieres escribas aquí lo que consideres oportuno, siempre con educación y respeto.