El pequeño post de hoy va dedicado a este pueblo deshabitado situado en el curso alto del río Nela. De hecho el lugar puede servir como base para una interesante ruta de senderismo en busca de su nacimiento. Para llegar al pueblo deberemos tomar la carretera que remonta el curso de agua desde Santelices, en la Merindad de Valdeporres.
El núcleo actual muestra un número muy reducido de casas de inspiración claramente montañesa, en un entorno verde típico de nuestros valles norteños. La iglesia denota una reciente restauración.
El núcleo actual muestra un número muy reducido de casas de inspiración claramente montañesa, en un entorno verde típico de nuestros valles norteños. La iglesia denota una reciente restauración.
El entorno de la fuente-lavadero también aparece cuidado.
La mayoría de las escasa construcciones denotan una reforma para el turismo ocasional, aunque aún existen algunas en ruina o semiruina. La primera foto corresponde a la antigua escuela.
Al lado de la iglesia un pequeño tejo, vestigio de costumbres y ritos ancestrales.
En la carretera de acceso al pueblo podemos descubrir un dolmen de importante tamaño, si bien podemos llegar a pasar de largo sin darnos cuenta debido a que aprovecha en parte las rocas existentes en el espacio en que se levanta. De hecho algunos expertos dudan de si realmente se trata de un dolmen.
Según el libro "Los pueblos del silencio", el despoblamiento como tal del pueblo tuvo lugar en 1987, tras un periodo de nueve años en el que dos hermanos fueron los moradores de la única casa abierta del pueblo. De nada sirvió el tener a menos de cuatro kilómetros dos estaciones de tren: la de Feve y la del Santander-Mediterráneo.
Esa zona que hoy nos describes es una zona muy rica en historia y en naturaleza. Existen varios Dolmenes y arboles monumentales por toda esa zona.
ResponderEliminarEs una pena que ese proceso despoblador aun siga en nuestros dias con otross pueblos de la provincia.
Un saludo.
Hola Montacedo, a pesara de haber estado varias veces en esa zona nunca he subido a ver Busnela, preo seguramente a raíz de verlo aquí la próxima vez me acerque a hacerle una visita y sacarle unas fotitos.
ResponderEliminarUn abrazo
el lio de Abi
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarHola Montacedo, me parece muy interesante que todos estos pueblos no queden en el olvido. Yo soy de Busnela, Mi tio es el único censado allí, nuestra casa es la única que sigue en pie sin haber sido reformada (te mandaré una foto, tirada desde el aire)somos la única familia que se pasa los tres meses de verano en Busnela,ahora el 14 de Septiembre celebramos las fiestas.
ResponderEliminarTe felicito por tu blog....Un abrazo
Siempre es una alegría recibir noticias de gente que conserva el hilo de vida de estos pueblos. Espero que disfrutéis al máximo de ese día que igual no es tan espectacular como en otros sitios pero seguro que se celebra con más corazón. Y si te hace ilisíon contarnos anécdotas o historias del pueblo no lo dudes.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMe gustaría que alguien pudiera informarme sobre la vida e historia de un viejo pueblo abandonado llamado San Martin de Moncabo.
Es un recuerdo de adolescencia de cuando yo veraneaba en Medina de Pomar allá por los años 70.
En aquella época aúnque ya no vivía nadie en ese pueblo, aún se conservaban en buen estado la iglesia y la escuela y las casas tenían muebles.
Gracias de antemano a quien pueda informarme.
Hola. El pueblo que indicas creo que te refieres a San martín de Mancobo. También aparece en el libro "Los pueblos del Silencio", que puedes encontrar en varias bibliotecas de Burgos (consulta en http://rabel.jcyl.es/cgi-bin/abnetopac/O7060/ID442cf186?ACC=101). Yo puedo tener acceso a él aunque puede que me lleve un tiempo. De mis notas en el libro se dice que aún se conservaba buena parte de la iglesia y parte de la arquitectura popular (las visitas citadas en el libro están hechas a finales de los 90).
ResponderEliminarTambién hay una pequeña referencia en el número de mayo de 2010 del periódico crónica de las merindades (ver http://www.cronicadelasmerindades.com/numero48/numero48.pdf, pag 30).
Mi idea es ir visitando todos estos pueblos. Si bien voy muy poco a poco. En todo caso seguro que por internet encuentras mucho más.
Un saludo
Oh Busnela! Que recuerdos inolvidables de mi infancia en los últimos años dela década de los 50 y principios de los 60, cuando estaba con todas las casas habitadas en pié, aunque sólo eran unas 12 o 15. Yo vivía en el piso de arriba de la escuela con mi tía la maestra Doña Amelia, ahora reconstruida y reconvertida para vivienda de vacaciones. Por supuesto no había electricidad ni agua corriente ni cuartos de aseo ni retretes en ninguna casa. Cada uno se arreglaba como podía, el pan y los víveres que no proporcionaban los propios recursos ganaderos y agrícolas, se compraban en Ahedo de las Pueblas a unos 4 O 5 kilómetros andando por escarpados senderos. Por supuesto no existía carretera de Santelices a Ahedo y tampoco a Busnela, se iba a todos los sitios a patita y como mucho se utilizaba a veces como transporte un burro. Busnela no tenía categoría de pueblo, era una Aldea con un sistema de vida casi medieval, la calefacción por el invierno eran los animales cuyas cuadras estaban debajo de la vivienda, se hacía la vida en la cocina con una lumbre baja de leña y nos alumbrados con un candil de carburo o simplemente velas. Una vida sencilla al estilo pasiego de esa cercana región Santanderina. Para mi fue una época inolvidablemente feliz 😊 aunque a las nuevas generaciones les pueda parecer una forma de vida incómoda y primitiva, la naturaleza lo rodeaba todo y entraba por todos los sentidos, ahora no es más que tres casas, eso sí con electricidad y cuarto de baño, pero también con molinos de energía eólica en las bonitas montañas que la rodean. Que pena de progreso mal entendido.
ResponderEliminarMuchas gracias por transmitirnos esas vivencias.
ResponderEliminarEs importante resaltar, al margen de lo dicho que me antecede, que el impulsor de la restauración de casas, la lucha para que llegara la acometida de la luz y la instalación de aljibe de recogida de aguas pluviales para uso sanitario, fue Aurelio Ruiz Morodo, nacido en Brizuela pueblo de la Merindad y afincado en Pedrosa de Valdeporres y, que no descanso hasta conseguir que aunque de forma estacional este entorno maravilloso perdure.
ResponderEliminarQuizás algún día la Merindad se lo reconozca.