Convencido de la necesidad de una
reforma profunda de la orden, Fray Pedro funda en el este lugar el monasterio
de Domus Dei y desde aquí inicial el proceso hacia la recuperación de los
valores primigenios de la congregación. Pronto la fama del maestro es superada
por un discípulo, Pedro Regalado, que dedica su vida a la peregrinación
adquiriendo fama de “milagrero”. El monje acaba siendo nombrado santo, patrón
de Valladolid y cambiando el nombre del monasterio, en el que residirán sus
restos.
La iglesia, originaria del siglo
XV, tuvo que se ser reconstruida casi totalmente a principios del XVIII debido
a un incendio. En el momento de realizar mi visita se encontraba en proceso de
restauración y no era visitable. Me tuve por tanto que conformar con la vista
de su elevado y característico chapitel barroco.
Si se tiene oportunidad de
acceder a su interior se podrá ver la enorme cúpula que alberga el chapitel,
así como otros elementos de interés: sargas, retablos y, especialmente, la
capilla funeraria del Duque de Peñaranda, Juan de Zúñiga y Avellaneda.
Lo que fuera el antiguo
monasterio es hoy ocupado por la congregación femenina Iesu Communio, que
además ha levantado, no sin cierta polémica, un edificio de factura moderna.
Esta orden de reciente creación, escindida de las clarisas, destaca por una
sorprendente vitalidad (muy alejada de las de otras órdenes) y, para el
visitante ocasional, por la fabricación y venta de repostería que ha adquirido
cierta fama.
Nota: en verano de 2015 habían finalizado las obras de restauración, pero no existía un programa de visita al interior.
Nota: en verano de 2015 habían finalizado las obras de restauración, pero no existía un programa de visita al interior.
Todas las entradas son interesantes , la verdad es que llama la atencion el convento cuando pasas por la Aguilera , he estado en varias ocasiones en la Aguilera pero nunca he visto el convento por dentro , en espera de que nos desveles su interior recibe un saludo.
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