La historia de Celada del Camino ha venido determinada por su ubicación a la vera del camino de Valladolid, situación que incluso ha marcado el nombre de la localidad. Desde la antiguedad ya discurrían por aquí varias calzadas principales, y ya desde la Edad Moderna se ha venido registrando el paso de diversos personajes ilustres por el pueblo; hechos en los que, como en muchos otros lugares, se mezcla la historia con la tradición popular.
Al respecto existe frente a la iglesia un solar cerrado por una alta valla en el que se vislumbran algunos edificios de diferente catadura. Por la parte trasera encontramos un portón sobre el que se encuentra estos interesantísimos friso y escudo:
El texto dice:
“AQUÍ SE HAN APOSENTADO SIEMPRE LOS REYES. EL AÑO DE MIL Y SEISCIENTOS Y SESENTA SE APOSENTÓ LA MAJESTAD DE FELIPE IV EL GRANDE CUANDO PASÓ A IR A CASAR A SU HIJA LA SERENÍSIMA INFANTA MARIA TERESA CON EL REY DE FRANCIA LUDOVICODÉCIMO CUARTO". (es decir, Luis XIV, el rey Sol).
Al parecer en este emplazamiento se encontraba el palacio de los Castro, una familia descendiente de los Velasco. Coincidiendo con su visita, el rey concedió a don Gonzalo Martínez de Velasco el título de Marqués de Celada. Este privilegio se vino a sumar a los que antes había concedido a la familia el rey Carlos V. Parece que incluso en este mismo palacio se había hospedado Juana la Loca durante su errático viaje con el cadáver de su esposo.
El texto dice:
“AQUÍ SE HAN APOSENTADO SIEMPRE LOS REYES. EL AÑO DE MIL Y SEISCIENTOS Y SESENTA SE APOSENTÓ LA MAJESTAD DE FELIPE IV EL GRANDE CUANDO PASÓ A IR A CASAR A SU HIJA LA SERENÍSIMA INFANTA MARIA TERESA CON EL REY DE FRANCIA LUDOVICODÉCIMO CUARTO". (es decir, Luis XIV, el rey Sol).
Al parecer en este emplazamiento se encontraba el palacio de los Castro, una familia descendiente de los Velasco. Coincidiendo con su visita, el rey concedió a don Gonzalo Martínez de Velasco el título de Marqués de Celada. Este privilegio se vino a sumar a los que antes había concedido a la familia el rey Carlos V. Parece que incluso en este mismo palacio se había hospedado Juana la Loca durante su errático viaje con el cadáver de su esposo.
Con anterioridad, Celada también fue bastión de los Garci Fernández de Villaldemiro, que posiblemente participaron en la dotación de la iglesia. Se trata de un edificio relativamente sencillo en el que lo que más llama la atención es el cementerio almenado y su sencillo ábside románico.
Que pasada de pueblo ¡
ResponderEliminarme gusta
Ahora si que no tengo excusa para parar allí...
ResponderEliminarMe pilla de paso hacia el pueblo