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lunes, 9 de junio de 2014

Sendero GR85 etapa 3: Quincoces - Quintanilla Montecabezas


Si en la anterior etapa recorrimos la parte más llana del valle de Losa, hoy pasamos a conocer la montuosa zona sur, donde las grandes repoblaciones de pinos toman el papel predominante. Esta etapa, la más larga y dura de todo el trazado, toma una clara vocación sur, en la búsqueda de valle de Tobalina. Aunque los montes y sobre todo los bosques tienen el papel protagonista, aún conoceremos dos importantes elementos patrimoniales de primer orden: La lobera de Perex y la ermita de San Pantaleón de Losa.

Dificultad: Media, debido a la larga distancia y al tener que superar varios ascensos prolongados.
Orientación (sin GPS con track o cartografía): Fácil, aunque dependiendo de la buena conservación de la señalización.
Belleza: Alta
Tiempo y distancia:7 horas (25 kilómetros)
 


 
Elementos de interés

Pinares de Losa. Lobera de Perex, Peña Colorada y ermita de San Pantaleón, Sierra de Vienda.

Descripción de la etapa

Enfrente del restaurante “Puente Romano” (donde dejamos nuestro caminar la pasada etapa) nace el ramal que comunica con el pueblo de Calzada de Losa. Caminamos unos metros por el nuevo carreteril, pero a la altura de un pequeño parque infantil tomamos la primera calle hacia la derecha. Dejamos atrás los últimos chalets e ignoramos un ramal hacia la derecha. De frente observamos ya la elevación del alto del Guardia, ocupada por una caseta de observación, verdadera atalaya del Valle de Losa (por aquí andamos hace un tiempo).

Avanzando entre campos de cultivo llegamos a dos cruces consecutivos, tomamos el primero hacia la izquierda y el siguiente, unos 100 metros más adelante, hacia la derecha para entrar en una pista bastante marcada que da servicio al apartado enclave de Robredo de Losa.

Pero lo primero que hacemos es acercarnos a una zona con arbolado más espeso en la que descubrimos los restos de algunas edificaciones. Es lo único que queda del abandonado pueblo de Cabañes de Oteo. A partir de este punto empieza un tramo de marcado pero llevadero ascenso, mientras empezamos a entrar en los tupidos bosques de la zona central del Valle de Losa.

Mientras vamos ascendiendo empezamos a tener unas buenas perspectivas del tramo recorrido y del resto del valle de Losa. Resulta un paisaje áspero de rocas onduladas y escaso de vegetación. Sin demasiado esfuerzo llegamos a un primer collado en donde el camino traza una suave curva y tiende a descender. Ahora podemos observar mejor estos bosques dominados por el pinar, pero con espacio para otras especies como robles o hayas.

Pronto llegamos a otra curva tras la cual hemos de cruzar un vallejo lo que nos obliga a un fuerte descenso y posterior ascenso, pasando junto a la fuente de U mayor. A lo lejos vemos las casas del pequeño y apartado lugar de Robredo de Losa, rodeado de verdes prados y paisajes. La pista nos conduce hasta este pueblo, que pese a su aislamiento (no tiene ninguna carretera de acceso decente) tiene un aspecto relativamente bueno. En el mismo lo que más sorprende son dos grandes fresnos que escoltan a su humilde iglesia.

Acompañados del ladrar de los perros (afortunadamente lo más exaltados están atados) acabamos saliendo del pueblo por el otro acceso al mismo. Al poco llegamos a una bifurcación en la que seguimos por la izquierda y entramos en un gran pinar. En suave descenso llegamos a un marcado cruce en donde se encuentra un monumento a un ingeniero forestal, técnicos protagonistas de las grandes repoblaciones llevadas a cabo en la zona a mediados del siglo pasado. En el cruce tomamos el camino más hacia la izquierda.

Minutos después llegamos a una nueva bifurcación en la que esta vez iremos hacia la derecha. Observamos que el pinar crea una humedad que permite la existencia de helechos y algunos ejemplares interesantes de haya. Afrontamos un tramo de suave ascenso que no nos implica gran esfuerzo. Descendemos un tramo hasta un nuevo cruce. Hacia la derecha empieza una pista bastante marcada, pero nosotros seleccionamos el caminito menos marcado de la izquierda. En este punto entramos en contacto por primera vez con otro sendero de largo recorrido, el GR-1, del cual ya hablamos con anterioridad en este blog.

El camino va ascendiendo en suave curva, de modo que empezaremos yendo en sentido noreste y terminaremos caminando hacia el suroeste. Tras un rato observamos que aparece a nuestra derecha un alto muro. Se trata de una de las paredes de la lobera de la Barrerilla, un resto de gran valor etnográfico. Justo cuando el camino cruza el muro encontramos un panel explicativo. Podemos acercarnos hasta el foso de la lobera caminando unos 200 metros en paralelo al muro.

Desde la lobera el camino mejora claramente. Pronto llegamos a un cruce en donde seguimos hacia la derecha. Tras un descenso que transita sobre una pulida roca el camino recupera una configuración más normal. Poco a poco el bosque se va abriendo permitiéndonos ver parte de los paisajes circundantes. Sin mayor novedad llegamos a las primeras casas de Pérex pero el recorrido continúa tomando la carretera hacia la izquierda, saliendo del pueblo. Desde aquí vamos a compartir trazado con el sendero GR1 durante unos pocos kilómetros.

Hemos de caminar por el asfalto unos 600 metros entre prados hasta alcanzar el primer cruce que aparece a mano izquierda. El nuevo camino se dirige hacia una zona arbolada, en donde traza algunas curvas en descenso saliendo hacia unas tierras de cultivo en donde el camino tiende a desaparecer. Buscamos un sendero entre las mismas en dirección sur hasta alcanzar una nueva zona boscosa en donde la vereda vuelve poco a poco a definirse más claramente.

A partir de aquí comienza un tramo de aproximadamente tres kilómetros de suave descenso y muy sombreado. El árbol predominante es el pino pero se encuentra abundante roble, e incluso acebos y hayas. Con un poco de atención podremos seguir el sendero principal, que transcurre prácticamente en dirección sur.

Cuando el bosque empieza a abrirse ignoramos algunas derivaciones hacia el lado derecho. En las proximidades del río Jerea observamos ya la parte norte de la peña colorada, en donde se ubica la ermita de San Pantaleón de Losa. Seguimos por praderas junto al río por su lado izquierdo hasta la altura de un puente que hemos de cruzar. Al otro lado llegamos a un cruce. De frente continua el GR-1, pero nosotros lo abandonamos girando hacia la derecha, camino de las primeras casas de San Pantaleón.

Pronto llegamos a la altura de la iglesia, en la que existen dos opciones. Hacia la derecha comienza el breve pero duro ascenso hacia la ermita de San Pantaleón. La visita es del todo recomendable, pero nosotros la hemos dejado para una visita independiente. Si decidimos subir hay que considerar un fuerte repecho adicional de unos 500 metros, así como otros tantos de vuelta.

Así que seguimos por la calle de la izquierda hacia el barrio de la carretera. Pronto llegamos a un parque infantil que se bordea por la derecha y damos con la carretera, la cual simplemente hemos de cruzar. Estamos ahora en un camino bordeado de arbolado y tierras de labor. En una cercana bifurcación seguimos hacia la derecha y empezamos a ascender. Se cruza una nueva carretera y comienza el verdadero ascenso. A nuestras espaldas tendremos panorámicas cada vez más amplias de la peña de San Pantaleón y del Valle de Losa.

En realidad estamos empezando a internarnos en la sierra de Vienda, que separa los valles de Tobalina y de Losa. De hecho vamos a caminar casi nueve kilómetros antes de llegar al siguiente pueblo. A medida que vamos cubriendo el largo pero no demasiado duro ascenso el arbolado va siendo cada vez más abundante: el pino es la especie dominante, pero también aparecen abundantes encinas, robles y arces, entre otras especies. En la parte final del ascenso superamos una portilla ganadera y no mucho después llegamos a un collado. Observamos bajo nosotros un vallejo tupido de vegetación y cerrado por imponentes cejas rocosas.

Toca ahora un empinado descenso hasta la parte baja de un vallejo, en la que nos encontramos con un camino más ancho que tomamos hacia la derecha unos centenares de metros, pasamos los mismos salimos hacia por otro camino que surge a la izquierda. Se asciende un poco y llegamos a un valle más ancho y de interesante paisaje. El nuevo camino transita por la ladera, prácticamente sin cambiar de altitud.

Estamos caminando por una antigua calzada que servía de comunicación entre estos valles hasta la construcción de la carretera junto al cañón del Jerea. Tras un buen rato sin novedades el camino termina en una bella y alargada pradera flanqueada de arbolado; se trata de las campas de El Juncal. Seguimos las roderas que remontan la misma hasta su final, en donde dichas roderas giran a la derecha para empezar un nuevo ascenso. De frente vemos una señal indicativa del Parque Natural de Valderejo, lo que nos informa de que estamos en el límite con Álava.

Siguiendo el camino empezamos el útimo ascenso importante de la jornada. Llegados a una bifurcación seguimos por la izquierda. Al poco nos unimos a otro camino y algo después llegamos a un collado que significa el final de la subida, el collado de Peña Blanca. Ante nosotros aparece el paisaje del Valle de Tobalina, caracterizado por mezcla de bosquetes y tierras de cultivo y cerrado por los Montes Obarenes. Justo bajo nosotros vemos el pueblo de Quintanilla Montecabezas. Aunque en un primer momento los caminos están algo difuminados no es difícil encontrar el que baja al pueblo trazando una serie de cerradas curvas.

Cerca ya del pueblo superamos una segunda portilla ganadera, lo que nos indica que estamos terminado este agreste recorrido. Llegados al pueblo seguimos su calle principal. Terminamos esta etapa en el entorno de la iglesia. Se trata de un templo de trazas románicas en donde lo más llamativo es un curioso relieve, muy maltratado, que pudiera ser una antiquísima representación de Caín y Abel y su madre.

Comentarios acerca de esta etapa

Esta etapa fue realizada en dos partes en junio y septiembre de 2013, salvo los cuatro kilómetros entre Perex y San Pantaleón, en los que he aprovechado que los recorrí en 2011 (a la inversa) siguiendo el sendero GR1. Este pequeño tramo es el peor descrito y en donde es más fácil que haya algún error. Precisamente es en este tramo en donde la señalización y el sendero eran más confusos, aunque sé que se estuvo revisando durante el año 2012.
 
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Track del recorrido (punsa en el círculo verde para más información)


Vídeo con fotos del recorrido


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