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miércoles, 23 de abril de 2014

Escultura del agua: Nacimiento del Odra

En las cercanías del pueblo de Fuenteodra, nombre cuyo origen es evidente, se encuentran una serie de cascadas que constituyen el nacimiento del Río Odra. Aunque las que pongo aquí son las más conocidas, un paseo por la zona en la época adecuada nos permitirá descubrir multitud de saltos de agua. De hecho la primera corriente de agua que forma el río se inicia varios kilómetros más adelante, en las proximidades del pueblo de Valtierra de Albacastro.

Para acceder, viniendo al pueblo por la carretera con origen en Humada, tomaremos un camino que surge a la derecha unos 100 metros antes de llegar al pueblo y antes de cruzar el río. Seguimos este camino unos 500 metros hasta que el camino empeora visiblemente.
Tras aparcar el coche seguimos andando por este camino y tras una corta ascensión vemos ante nosotros el anfiteatro en en cual aparece la cascada de la Yeguamea, que es espectacular ya que surge como un chorro de la misma roca, aunque sólo en épocas de deshielo o lluvias fuertes o prolongadas.


En los momentos de mayor caudal, observamos sendas cascaditas a los lados de la "Yeguamea": se tratan de "el Potrillo" y "la Potrilla"



Podemos pasar junto a la Yeguamea tanto por su parte superior como por su parte inferior; siendo esta última la más interesante. Camino de la misma encontramos esta cascadita donde desagua un arroyo secundario.

 
Aquí enfoco el nacimiento de una de estas surgencias.

 
Pasamos bajo esta cascada.




Siguiendo el sendero, junto al que encontramos numerosos hilillos de agua que nacen de la roca, llegamos a la fuente "Manapites", que es la fuente principal de todo el sistema (y que tiene agua durante todo el año). Recibe este nombre porque la fuerza con la que mana el agua es tal (parece como si estuviese hirviendo) que mueve y moldea las piedrecitas (pites) del fondo de la poza creando la impresión de que surgen mezcladas con el agua.





La mayoría de los visitantes se queda en este punto. No obstante si prestamos atención a las últimas fotos veremos como el rio continúa desde Manapites. Caminando con precaución por un sendero agarrado a la roca llegamos muy pronto al Pozo de los Aceites, llamado así por el color verdoso de su fondo.



 
Unos metros después del Pozo de los Aceites vemos como el río se divide en dos. Una corriente secundaria se mantiene junto a un camino bien definido, pero nosotros continuamos paralelos al río principal. Llegamos así en unos minutos a una última cascada: El Pozo del Corral. El nombre le viene por el aspecto de cuenca cerrada que tiene la parte inferior del mismo.




Para el regreso podemos volver por el mismo camino o tomar el camino que citamos hace un momento. Eligiendo en los cruces el lado derecho podemos completar un recorrido circular de unos cuatro kilómetros que nos conduce de regreso al paraje de la Yeguamea. En la parte final del mismo volvemos a ver varias bonitas corrientes de agua, aunque no tan espectaculares ni caudalosas como las descritas anteriormente.


 
La excusión termina con una grandiosa vista de la gran "tarta rocosa" de Peña Amaya, ante la que la orgullosa iglesia de Fuenteodra queda empequeñecida.
 

 
 

8 comentarios:

  1. Hola,

    fui a verla en julio de 2008... y me la encontré como la cascada del Nervión en el monte Santiago: completamente seca. Son muy dependientes de la lluvia y/o deshielo.

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  2. yo me llamo odra que loco y soy de venezuela

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  3. Que curioso lo de Manapites, gracias por el dato de que tiene agua todo el año. Un saludo Montacedo.

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  4. Gracias por toda la documentación/información que compartes, voy a intentar verlo en unos días que andaremos por la zona. Muchas gracias, un saludo.

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  5. Gracias por comentar. No sé si la yeguamea aguantará con agua, pero manapites seguro.

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  6. Hola Montacedo,

    Hoy he estado recorriendo la ruta que comentas (gracias por la descripción tan detallada). Estaba todo muy seco, únicamente salía de Manapites y de un par de sitios más cercanos a Yeguamea, y muy poca cantidad. También he pasado fugazmente por el casco urbano de Fuenteodra, y el río Odra bajaba apenas como un riachuelo. A ver si llueve más este año que falta hace. Eso sí, la vista de Fuenteodra con peña Amaya al fondo es espectacular ( y parece más pequeña de lo que es desde ahí).

    Saludos,

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  7. Gracias por comentar. Para el tema de cascadas hay años buenos y años malos (últimamente estos últimos cada vez más frecuentes). Este evidentemente es un año malo, y para el tema de cascadas es ya tarde. Esperemos al menos que las lluvias de primavera le den a los ríos un caudal aceptable.

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