El río Homino nace en las
parameras que cierran la cuenca del río Arlanzón por el norte. Sin embargo, y a
diferencia de otros cauces como el Ubierna o el Úrbel que tienen un trazado de
norte a sur, decide precipitarse hacia las torcas arcillosas que dan paso a la Bureba formando un pequeño
pero peculiar cañón que conduce primero al río Oca y luego al Ebro. Ello hace
que se haya extendido la afirmación de que los tejados del pueblo de Hontomín (Font-Homin, fuente del Homino) vierten
sus aguas a dos mares diferentes, el Océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
Dificultad: Baja
Orientación: Media
Belleza: Normal
Tiempo y distancia: 2 horas y media (
Situación y acceso
Llegar hasta Hontomín desde Burgos
es muy fácil. Basta seguir hacia el norte por la N-627 y la C-629 hasta que pasados unos
30 kilómetros
llegamos a nuestro destino. Podemos dejar el coche al final del pueblo, en el
entorno del antiguo edificio del Servicio Nacional del Trigo, hoy ocupado por
algunas dependencias del proyecto de almacenamiento de CO2 en el subsuelo.
Puntos de interés
Barrancos del río Homino y sus
afluentes. Bosques de Quejigos. Saltos de Agua. Fuentes del Homino.
Descripción de la ruta
En este entorno encontraremos una
bonita fuente y un rústico lavadero, así como un cartel explicativo de la ruta.
Desde aquí empezamos a andar cruzando el río Homino por un amplio puente y
giramos hacia la izquierda. Tras ignorar un primer desvío hacia la derecha
pronto llegamos a una nueva bifurcación en donde esta vez sí seguimos hacia la
derecha accediendo a una zona abierta ocupada por tierras de cultivo.
Al poco seguimos hacia la derecha
en una nueva bifurcación y enseguida accedemos a la parte norte del cañón del
Homino. Desde aquí tendremos perspectivas del cañón, de sus bosques de
quejigos, del quebrado paisaje de las Torcas y, más en la lejanía, de los
Montes Obarenes. El camino serpentea descendiendo suavemente por la parte norte
del cañón, ignorando algunos desvíos a la derecha.
Unos centenares de metros después
llegamos a una bifurcación que permite pasar a un nuevo barranco. Nosotros
seguimos por la derecha para permanecer en el vallejo actual. Al poco la
señalización indica un claro desvío hacia la derecha, con lo que abandonaremos
los caminos más o menos anchos que habíamos seguido hasta ahora para buscar el
cauce del río. El nuevo sendero desciende bruscamente siguiendo las señales
delimitadoras del coto de caza y enseguida alcanza un arroyo secundario, que se
supera con ayuda de un pequeño puente de madera.
El Homino se encuentra muy cerca,
pero el sendero va a discurrir algo alejado del mismo, dejándolo unas decenas
de metros a la izquierda. Seguimos dicho sendero que serpentea entre el bosque,
superando una zona de replantación de pinos. Por un momento alcanzamos el cauce
siguiendo el sonido de un pequeño salto de agua que conseguimos fotografiar.
Recuperado el sendero seguimos
ascendiendo suavemente. Tras un tramo con una pendiente algo más marcada
llegamos a un camino algo más ancho, el cual seguimos hacia la izquierda. Con
ello desembocamos a la orilla del río, el cual superamos gracias a un nuevo
puente. Al otro lado el sendero asciende de forma más decidida, pero siempre
llevadera. En todo caso hemos de prestar atención siempre a las señales para no
perder el sendero correcto.
En un momento dado, tras una
corta ascensión, giramos hacia la derecha y observamos el tramo más alto y
cerrado del cañón, en cuya parte superior se observan las primeras casas de
Hontomín. Tras serpentear un poco debemos prestar atención a la señal que
indica 1,1 km
hasta Hontomín. En este punto se gira hacia la derecha para bajar por una
cárcava que busca de manera decidida el cauce del río. Tras el descenso
entramos en un bonito sendero que remonta junto al río.
Siguiendo el sonido del cauce
vemos los pequeños saltos del río (uno de ellos forma una bonita cascada). Tras
un ascenso llevadero y sombreado pasamos junto a un molino arruinado y
alcanzamos un cercado en el que se encuentra una rústica piscina. Inmediatamente
alcanzamos un panel informativo y ascendemos por la ladera de nuestra
izquierda. Llegamos a un cruce en el que lo más recomendable es seguir unos 300 metros hacia la
izquierda buscando un bonito mirador sobre el cañón.
De regreso al cruce continuamos
de frente entrando en el pueblo de Hontomín. Muestra el perfil de los pueblos
del páramo: robustas casas de piedra con pequeños vanos y alineadas una tras
otra. Llegados a la iglesia podemos seguir de frente hacia el cercano lavadero;
pero tal vez compense más desviarse un poco hacia la calle principal para
observar la configuración de este pueblo-camino que muestra algunas casas con
puertas con entrada de medio punto, escudos y bonitas ventanas. No en vano,
Hontomín se encuentra en el antiguo camino que conducía hacia los puertos del
norte, lo que hizo que incluso el emperador Carlos V pernoctara en este pueblo
camino de su retiro definitivo en Yuste.
Llegamos a la fuente podemos dar
por concluida la ruta o aceptar la sugerencia de acercarnos a uno de los
manantiales que forman el río Homino. Para ello vamos hacia la izquierda,
superamos la antigua carretera, y siguiendo la señalización, cruzamos también
la carretera moderna. Con ello entramos en una pista de tierra bastante ancha.
Tras caminar unos minutos entre tierras de labor alcanzamos un punto en el que
el camino sobrepasa el río.
Justo antes localizamos un
sendero que sigue a la vera del río. Pasamos unos carteles en los que se nos
explica un proyecto de recuperación del entorno del cauce. De hecho se ha hecho
un sendero que sigue junto al río, pero la maleza ya lo ha ocupado en algunos
puntos, por lo que puede compensar seguir por el cultivo del lado derecho.
Nuestro recorrido termina junto a un primer manantial en el que se ha creado un
pequeño área recreativa. No obstante lo encontramos completamente invadido por
la maleza. Algo más adelante tres chopos nos indican la presencia del segundo
manantial. Detrás del mismo, no muy lejos, se observan las instalaciones del
proyecto de inyección subterránea de CO2. Desde aquí regresamos hasta nuestro
vehículo para, ahora sí, dar por terminada la excursión.
Comentarios
La ruta descrita corresponde con el
sendero de pequeño recorrido PRCBU 219. Últimamente en el entorno de la merindad
de Río Ubierna se han señalizado varias rutas. Se puede encontrar un librito
con información básica de éstas y otras rutas de La Bureba en Adeco Bureba y en los ayuntamientos de la zona.
Se trata de una ruta sencilla que además de
ser corta tiene la ventaja de encontrarse muy cerca de Burgos. En épocas
lluviosas algunos tramos del suelo arcilloso pueden formar barro. La
señalización en el momento de realizar la ruta (octubre de 2013) es muy buena,
pero hay que prestar atención a los numerosos giros.
En época estival el Ayuntamiento de
Track para GPS (pulsa en el círculo verde para más información):
Vídeo con imágenes del recorrido
Muy, muy atractivo.
ResponderEliminarsalut
Bonita ruta Montacedo, gracias por la detallada explicación.
ResponderEliminarMe encanta ir de vez en cuando a Hontomín, es un sitio muy tranquilo. Siempre me viene a la memoria el olor a la tierra que hay allí, muy sano.
Gracias por dejar vuestros comentarios.
ResponderEliminarGracias por descubrirnos la ruta... Bonita y variada
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