Volvemos a nuestra ruta por La Bureba para detenernos en
un pueblo a unos pocos kilómetros al norte de Santa Casilda, Piérnigas. De
hecho se ha rehabilitado el camino tradicional que a través de un bonito
encinar lleva hasta el centro de peregrinación.
Entre estas encinas llama
poderosamente la atención un agrupamiento de ejemplares que se sitúa muy
cercano al pueblo. Los troncos de la encina de los cinco pies oscilan entre el
metro y medio y los tres metros de perímetro; y forman una preciosa estampa con
el marco de la llanura burebana.
El otro punto principal de
interés es la ermita de San Martín, ubicada algo apartada del pueblo. Es
imposible abstraerse a la sensación que produce este edificio aislado en medio
de la llanura. Se trata de un templo de aspecto macizo y robusto (tanto que resistió sin problemas más de medio siglo de semi-abandono); efecto que se
ve acentuado por sus escasos vanos y la escasa decoración, en la que apenas
podemos resaltar un óculo situado sobre la sencilla portada.
Agrada a la vista no obstante su
pureza de formas perfectamente integradas en el paisaje: románico en estado
puro. La pérdida de la parte superior de la espadaña, lejos de afear, confiere
el signo de identidad característico de este templo. Al interior el aspecto del
templo es igualmente puro y un tanto lúgubre, debido a la estrechez de la
nave y a la escasez de iluminación y decoración.
Podéis conocer más sobre Piérnigas en su interesante blog.
3 comentarios:
Acabo de leer el artículo y me ha encantado la forma en que lo has narrado. Gracias por dedicar un pedacito de mi pueblo en tu blog.
Gracias por tus palabras
que buen sitio para ir algun dia ! una pasada la ermita, y las encinas... cojonudo articulo y el del enlace muy bueno tambien. ire con mi aguerrida aprilita , mas adelante con mi novia y la perrita ! Lo juro !!
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