Aunque
son más conocidos los vecinos ejemplos de Valderredible (Cantabria) y Palencia,
en Burgos también existen numerosos ejemplos de eremitorios altomedievales.
Incluso se puede establecer una continuidad geográfica desde la zona de las
Tuerces Palentina hasta el condado de Treviño. Algunos expertos se atreven a
hablar incluso de una Capadocia Cantábrica.
Cuando
se habla de eremitorios altomedievales estamos hablando de pequeñas cavidades
excavadas en rocas blandas a las que se les da una configuración de iglesia más
o menos elaborada. Estos lugares serían el centro de referencia de pequeñas
comunidades eremíticas establecidas en torno a los siglos IX y X, aunque
también las hay anteriores.
Recientemente,
algunos autores apuestan más por la denominación de iglesias rupestres,
asumiendo que, más que corresponder a una población eremítica, lo que estamos
observando es más bien los restos de antiguas poblaciones; considerando que las
otras edificaciones de los poblamientos serían menos resistentes al paso del
tiempo y habrían desaparecido. De este modo, iglesias como las de San Bernabé en Sotoscueva o Nuestra Señora de la Peña en Tosantos serían
herederas de estas primitivas iglesias.
Por
asociación, dentro de este tipo de yacimientos también se incluyen pequeñas viviendas
o celdas cenobíticas e incluso las necrópolis que casi siempre suelen estar
asociadas a los mismos.
En el transcurrir de este blog se han ido publicando bastantes
artículos dedicados a eremitorios y necrópolis altomedievales (incluídos, junto
con otros temas, en la etiqueta “Otro patrimonio”). Aún habrá alguno más
en el futuro y sin duda me quedarán en el tintero docenas de cavidades apenas
conocidas.
Todos ellos tienen en común un cierto halo mágico conferido por
el ubicarse en parajes apartados en los que resulta fácil evadirse para meditar
sobre cómo sería la vida de las personas que habitaron estos lugares hace más
de mil años.
Recomiendo al visitante ser especialmente cuidadoso en la visita
de estos lugares. La posición alejada de los núcleos urbanos, la escasez de
protección y la fragilidad de la roca en la que están construidos hace a estos
yacimientos especialmente vulnerables.
Como punto de partida de todos estos artículos publiqué, en los
primeros meses de la página web, un artículo dedicado a la iglesia rupestre de
San Pedro de Argés, que hoy os traigo de nuevo con algunas fotos actualizadas.
El eremitorio de San Pedro visto desde el otro lado del río Ebro (antiguo trazado del GR99). |
El lugar se encuentra a escasos metros sobre el río Ebro, en un afloramiento
de roca arenisca de dureza relativamente baja (rasgo común a la mayoría de
estos emplazamientos) que facilita su tallado. El acceso es muy fácil desde la
carretera que une Incinillas con Soncillo atravesando el valle de Manzanedo;
muy cerca del carreteril que da acceso a pueblo de Argés. Hace relativamente
poco se instaló un cartel señalizador y un panel explicativo.
Llegados al lugar, lo primero que resulta evidente es que en
algún momento se hundió parte de la bóveda pétrea, dejando parte de la
relativamente amplia planta al descubierto. Aun así, aún podemos ver cómo se
trataba de un edificio de dos naves desiguales rematadas en sendos ábsides curvos
y separados por tres arcos apoyados en pilares.
En el emplazamiento se pueden detectar varios nichos para la
colocación de instrumentos litúrgicos y dos antiguos enterramientos. Muestra
signos de encalado de época moderna, posiblemente por su utilización como
ermita.
Vista del valle de Manzanedo desde el eremitorio de San Pedro |
Vaya!!! Muy interesante y yo sin saberlo. Me lo apunto para la siguiente ruta.
ResponderEliminarMuchas Gracias!!1